sábado, abril 23, 2011

Sexo

Llevaba tanto tiempo sin follarle...
Estaba tendido boca abajo sintiendo el peso de su cuerpo encima de ella, deseándola con cada poro de mi organismo.
Necesitaba sentir sus manos bajo mi piel, acariciándome velozmente mientras nuestras lenguas se anudaban hasta formar un gran entrelazado en movimiento haciendo imposible el distinguir cual pertenecía a cada uno.
Observaba sus pezones duros deseando que mi boca les llenase de pequeños mordiscos que conseguían ponerla más cachonda.
Su polla estaba dura, deseando penetrarme tan salvajemente como fuese posible hasta llegar a tocarme el corazón.
Cuando mi lengua pasaba por su mejilla se ponía aun mas cachonda, mis manos notaban como su coño se mojaba más.
Mientras no dejaba de rozarme, aumentando así mi excitación, simulando la penetración cuando aun nos separaban un par de capas de ropa.

. . .

Me desperté de un sobresalto cuando casi me caigo de la cama, a mi lado estaba el, dormido como un lirón, con la boca abierta y ajeno a mi coño húmedo, a mis pezones duros y a mis ganas de follarle... Dado el estado de su polla en ese momento seguro que estaría soñando con algo sin importancia, teniendo mil cosas en ese sueño que se alejaban mucho de lo que en ese momento me apetecía: que me destrozase el coño contra la pared, encima de la encimera de la cocina, encima de la alfombra, en la cama mientras mi cuerpo estaba inmovilizado...

Trago de coca-cola, servicio, agua fría y de vuelta a la cama... Hay veces que hay que conformarse... ¿o no?