Y ahí estaba, apareció de la nada y me tendió su mano para que la agarrase fuerte, para que contase de verdad con su apoyo tanto moral como físico... Pero mi corazón humillado tembló de nuevo, se revolvió y se encongió intentando aplacar ese sentimiento porque no podría soportar otro Marzo, pero no le queda más remedio que confiar...
Me mira a los ojos cuando me habla y sus palabras son sinceras, sobretodo porque están apoyadas por sus gestos, gestos que salen de dentro y que demuestran que la química de verdad existe, que hay personas que son realmente buenas y en las que se puede confiar.
Utopías... Quiza. Idealismos... Nunca más. Poco a poco y paso a paso ¿Pero si siento y siente que más se puede pedir? Tiempo al tiempo supongo, nada más. Pero son sus palabras, el intentar distraerme y conseguirlo, el estar ahí cuando no tiene ninguna obligación, el querer saber porque siente pero no sabe si siento...
Son los abrazos, las caricias, las miradas, las sonrisas...pero sobretodo son las mariposas, esas que habían desaparecido y que de repente estaban ahí, diciendo que sn reales y que pueden volver a revolotear como si nada hubiese pasado. Creo que me puede venir bien, es otro tipo de persona, esa que mira con mala cara a las malas influencias aunque respeta sus decisiones porque sabe que son sus vidas pero que está ahí para quien esté dispuesto a salir del bucle enfermizo de angustia...
Pero creo que sobretodo es el poder comunicarme y sentirme escuchada de verdad, es una complicidad, es el hacerme mirarle a los ojos y decirme que todo va a salir bien, que puedo salir de esta y que el va a estar ahí... Son esos pequeños detalles que llevo esperando taaaaanto tiempo...
Quien sabe si será el principio de algo o sólo será una utopía más... Mi corazón me dice que no es una utopía, mi cabeza me dice que tenga cuidado
