Hoy he vuelto a salir y no consigo fijar el equilibrio... casi te hago fingir...
Hoy te he vuelto a escribir una carta directa al precipicio, saltar y subir, patinar sobre ese mismo filo...
Hoy lo he vuelto a intentar y cuanto más deprisa más despacio...
...se hace de rogar...
...nos hizo hacerlo colocados...
...ves esa lluvia que cae trae tras el cristal...
...nos hizo hacerlo colocados...
...aquí estás...
...¡¡hablame!!...
Y a aparece sin camiseta ni cafeína, otra flor de mi jardín, otra miel perdida...
Y aparezco aquí bajo el hongo nuclear...
...es esa línea que no se puede cruzar...
...nos hizo hacerlo colocados...
Hoy te he vuelto a escribir, sin más intención que la de que me contestases... Estabas como pensaba que te encontraría, muy tu. Sinceridad como siempre y promesas, para no cambiar. Tengo ganas de escucharte reír, es como un medicamento que necesito, esa calma. Pasar de todo y seguir el camino, me enseñaste poco, ojalá hubiese aprendido más y también a perseguir lo que creo sin dudar por lo que digan los demás, mira a ti eso dónde te ha llevado... Ahora los recuerdos se palpan sin humo y veo con claridad, me aportabas algo que dudo mucho que alguien alguna vez pueda; que de palabras para no decir nada...me parezco tremendamente a ti... Quizá por eso haya estado pensando en ti, por las conexiones y porque busco una forma de ser muy parecida a la tuya es muchos aspectos: no hacer daño a la gente, no quedar a malas y pasar de los problemas, saber estar a gusto con lo que hay en cada momento, saber conformarse, tener calma, aparentar felicidad, crear ese escudo irrompible frente al resto... Pero dime nene, porque nadie es de piedra...¿cuál es tu secreto para seguir caminando?